El nombre viene del Iztatl (sal) y pan (lugar): “lugar donde hay sal”, hace referencia a la importancia de este recurso que era explorado desde la época prehispánica, gracias a la existencia de pozos de agua salitrosa cercanos a la población. Actualmente es menor pero continúa el beneficio de la sal.
Gracias a las investigaciones realizadas en el lugar, se han detectado al menos cuatro etapas de ocupación. La primera corresponde a los últimos años del periodo conocido como Clásico (500 a 750 después de Cristo) y está conformada por restos de una estructura habitacional donde se recuperación figurillas de los tipos Teotihuacan III y IV.
La segunda etapa ocupacional corresponde al periodo Epiclásico (750 a 900 después de Cristo), que es el momento de mayor auge del sitio, cuando son construidas las principales estructuras del lugar. Para las últimas etapas de ocupación, hacia el Posclásico temprano (900 a 1200 después de Cristo), son reutilizados los principales monumentos, sufriendo modificaciones arquitectónicas, adosamientos y ampliaciones.
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