lunes, 27 de junio de 2011

La ruta del viajero Toluca Villa Victoria

Cuando llegué emocionada a contarle a mi sobrina de cuatro años todo el camino hacia Villa Victoria en bici, y decirle también que se apurara a aprender a pedalear para que me la llevara pronto a recorrer el mundo, ella respondió, simple y directa -¿Para ver a muchos niños libres?-… entonces me quedé callada por la impresión que ella tomó de mis palabras y la fidelidad de la imagen que causó en mi: un grupo de chamacos que pretenden, con vehículos de dos ruedas y mucha actitud, conquistar un pedacito de mundo del que la vida citadina nos despoja. 

La ruta de 40 y tantos kilómetros hacia Villa Victoria fue una conquista de nuestro propio cuerpo, su resistencia, su cansancio, su hartazgo, su fuerza, su debilidad, su constancia, su capacidad de ingesta en condiciones de sol, agua racionada, esfuerzo, deshidratación…pero también de un horizonte que nos dio un paisaje distinto respecto a lo que creíamos antes de este domingo: ¡40 kilómetros, imposible! Y resultó que no, que antes de llegar a la laguna, con la amenaza todavía de una subida letal, algunos ya nos reíamos del nerviosismo y la incredulidad de hazaña tal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario